En sus proyectos, Tanit Plana funciona como enviada especial a zonas de conflictos personales, familiares, domésticos e íntimos: ha ido hasta allí, los ha estudiado, los ha fotografiado, los ha filmado y ha hecho dibujos al natural. Trabajos anteriores, como «Para siempre» o «La tierra prometida», se presentan como un intento por explicar estas derivas por los paisajes emocionales, las cicatrices y las heridas. Bajo el título «Hipercor», su último proyecto supone un ejercicio de revisión del atentado que ETA perpetró el 19 de junio de 1987. Un hecho que dibuja una herida social abierta y que constituye uno de los referentes colectivos de la historia reciente de Sant Anfreu. Su investigación se bifurca en un doble itinerario. El primero tiene que ver con la significación social del lugar y las cosas: La Meridiana, el Corte Inglés, la arquitectura de los años 50, las fábricas de Sant Andreu, el Ford Sierra, el amonal… El segundo Itinerario supone contactar a las personas implicadas en el atentado y escuchar lo que tienen que decir.